En nombre del Gabinete designado y el grupo de liderazgo de la Conferencia Anual, les escribo para expresar nuestra profunda preocupación por el aumento de casos de COVID-19 y Omicron que estamos presenciando. National Geographic ha puesto esto en términos muy claros:
“El tercer año de la pandemia comenzó con un aumento de casos de COVID-19 que se dispararon a un promedio de 610,000 por día durante la semana pasada. Eso es más del doble del promedio diario para el aumento durante el invierno del 2021. En comparación con hace dos semanas, las hospitalizaciones han aumentado un 65 por ciento, mientras que las muertes, que generalmente retrasan las hospitalizaciones en aproximadamente dos semanas, han aumentado un 2 por ciento. El número de personas que han muerto por COVID-19 en los Estados Unidos ahora supera las 832,000. (National Geographic, Science Edition, 7 de enero de 2022)”.
Como Conferencia Anual, siempre hemos seguido las últimas recomendaciones del Estado, el Condado y la Ciudad. Hasta el momento, no han pedido un cierre significativo de reuniones con grupos grandes de personas. Hemos trabajado arduamente con nuestras iglesias locales para reabrir con las principales pautas de seguridad, y continuamos enfatizando lo importante que es seguir estas pautas. No estamos tomando una decisión general de que todas las iglesias locales deben detener sus cultos y reuniones en persona, sino permitir que el clero designado y el Consejo Administrativo tomen esa decisión. Confiamos explícitamente en su liderazgo, y usted conoce su contexto mucho mejor que nosotros. También respaldamos su liderazgo, y si tiene que tomar una decisión difícil, apoyaremos esa decisión incondicionalmente. Si hay cambios que nuestro Estado, Condado y Ciudad deciden en breve, lo seguiremos, por consiguiente. Como siempre, su Superintendente de Distrito está disponible para consejo y dirección.
El virus COVID-19 muta para sobrevivir, y la variante Omicron es un excelente ejemplo de esta estrategia de supervivencia. No es tan peligrosa como la variante Delta; pero es más transmisible y se propaga a más personas al tiempo que le permite sobrevivir. Si en el futuro, alguien pudiera adivinar cómo se mutará y en que se transformará, nos ayudaría, pero como dicen ahora los expertos, vivir con COVID-19 podría ser una realidad a largo plazo.
Como lideres en esta Conferencia Anual, nos preocupamos profundamente por cada uno de ustedes. Por esta razón, le pedimos que se vacunen para garantizar su seguridad. La gran mayoría de las muertes por COVID-19 están ocurriendo personas no vacunados. La ciencia detrás de esta vacuna está probada. Personalmente, he sido vacunado triplemente (dos vacunas originales de Moderna y el refuerzo), y no ha afectado negativamente mi salud en absoluto. Lo que ha hecho es protegerme de las repercusiones que amenazan mi vida si me infecto. No se trata de corrección política, se trata de salvar vidas. No hay absolutamente ninguna razón para una exención religiosa en nuestra teología metodista unida. De manera práctica, queremos que viva esta crisis de salud, y la mejor manera de hacerlo es vacunarse lo más rápido posible.
Continúo orando cada día por nuestro clero, laicos y nuestros miembros, así como por el público en general mientras lidiamos con nuestra crisis de COVID-19. Con fe en Dios, veremos nuestro camino a través de esto. En las palabras de Josué:
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. — Josué 1:9
Sé la Esperanza,
Obispo Grant J. Hagiya
Obispo Residente del Área de Los Ángeles
